9 Motivos por los cuales no deberias comprar apple
¿Estás
pensando en comprarte un Mac o un ipad? Tal vez deberías leer esto
antes de acabar con tus ahorros. Más allá de modas y tendencias la
compañía de la manzana presenta ciertas sombras turbulentas que podrían
hacerte cambiar de opinión, y aquí veremos algunas
Antes de comenzar con las hostilidades debo aclarar varias cosas.
Simplificando: soy diseñador gráfico, mi primer Mac fue un LC 475, el
famoso “Pizza box”, y durante más de 20 años he trabajado
indistintamente con Macs y PCs. He sobrevivido a varias batallas entre fanáticos de
ambos bandos y he militado en las filas tanto de los unos como de los
otros. Actualmente trabajo con PC, un clónico al que no le quedan muchas
piezas originales, y uso un iphone y un ipad por cuestiones
profesionales.
Dicho esto, y en base a mi experiencia, en este artículo defenderé que aplicando las más básicas reglas del sentido común no
se deberían comprar productos de Apple. Que desde un punto de vista
objetivo y racional hay mejores alternativas. Por otro lado debo asumir
que yo también he sucumbido (y quizás vuelva a sucumbir), en ocasiones,
bajo el hipnótico poder de la manzanita, y en fin: el corazón tiene razones que la razón no entiende.
Y ahora me pongo el casco, reviso el paracaídas y ahí vamos:
Apple es caro. Y punto. Si sumas el coste del listado de componentes que contiene cualquier producto de Apple no te saldrán las cuentas. Hay quien dirá que cuando pagas Apple pagas innovación, pagas I+D, y pagas por la manzanita. Pero la realidad es que Apple sabe perfectamente que un producto vale exactamente lo que sus clientes pagarían por él (primer dogma del pricing) y la legión de defensores de la compañía de Cupertino siempre está dispuesta a pernoctar en una cola con la cartera llena de billetes. Por tanto racionalmente el precio de los productos de Apple está sobrevalorado, aunque al parecer son muchos los que piensan que el status no tiene precio. Si a eso sumamos que la manzanita hace una conversión 1-1 de dólar a euro a la hora de poner precio a sus productos (¡ !) veremos que sencillamente los productos Apple ni valen lo que cuestan ni cuestan lo que valen.
Apple es caro. Y punto. Si sumas el coste del listado de componentes que contiene cualquier producto de Apple no te saldrán las cuentas. Hay quien dirá que cuando pagas Apple pagas innovación, pagas I+D, y pagas por la manzanita. Pero la realidad es que Apple sabe perfectamente que un producto vale exactamente lo que sus clientes pagarían por él (primer dogma del pricing) y la legión de defensores de la compañía de Cupertino siempre está dispuesta a pernoctar en una cola con la cartera llena de billetes. Por tanto racionalmente el precio de los productos de Apple está sobrevalorado, aunque al parecer son muchos los que piensan que el status no tiene precio. Si a eso sumamos que la manzanita hace una conversión 1-1 de dólar a euro a la hora de poner precio a sus productos (¡ !) veremos que sencillamente los productos Apple ni valen lo que cuestan ni cuestan lo que valen.
Saltándose a la torera las normativas vigentes Apple ofrece una garantía de sus productos de un año,
cuando con la ley en la mano corresponden dos años de garantía. Por
este motivo, FACUA ha denunciado a Apple ante el Instituto Nacional de
Consumo y administraciones de Consumo autonómicas por infringir el texto
refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y
Usuarios, que recoge que “el vendedor responde de las faltas de
conformidad que se manifiesten en un plazo de dos años desde la
entrega”. Esto es todavía más hiriente cuando la misma Apple intenta
venderte la extensión de garantía con sus planes de Apple Care
Protection Plan (299 Euros para un Macbook Air). Hasta los más devotos defensores de Apple reconocen esta deficiencia.
Apple es un bunker, y lo es en varios sentidos:
Desde el punto de vista de software Apple
es un modelo de hermetismo sin fisuras, mantiene un férreo control
sobre qué programas pueden y deben correr sobre sus dispositivos y
cuáles no deben hacerlo. Para mantener seguras sus fronteras ha tomado
medidas como las de no permitir el uso de Flash sobre muchos
dispositivos, controlar férreamente su tienda de aplicaciones o
contenidos, o no instalar en sus muchos de sus aparatos puertos USB por
los que puede entrar cualquier programa o contenido no controlado por
Apple.
Apple es un bunker informativo que
despliega una intensiva estrategia de desinformación para provocar la
ansiedad de sus adeptos. Las filtraciones, las especulaciones y los
prototipos de iphone “perdidos” se convierten en la comidilla de medios y
fanáticos hasta que llegan las contadas y mesiánicas presentaciones
oficiales.
Es un bunker, igualmente, en su concepción del hardware saltándose
todos los estándares de la industria: intenta acceder a las tripas de
tu i-lo-que-sea para cambiarle las baterías: la tarea roza lo imposible y por supuesto vulnera las condiciones de garantía del aparato, invalidándola.
El catálogo de juegos disponible para los ordenadores Mac es irrisorio: 27, ni más ni menos,
a día de hoy en Apple Store. Y esto es perfectamente normal (y aplica
otros tipos de software): ¿Para qué invertir en la portabilidad de mis
juegos a Apple cuando tan sólo un 5% de los usuarios de ordenador usa un
Mac? Ahora bien, si lo tuyo el jugar en el iphone o en ipad, es decir
los juegos casuales, puede que los productos de Apple sean suficiente
para ti.
Si en algún frente he vivido guerras sin cuartel respecto a los
productos de Apple ha sido en el del diseño web. Frentes
irreconciliables abogaban, los unos, por las excelencias de los Macs
como ordenadores para diseñar páginas web, y los otros por sus tremendas
deficiencias.
Desde mi punto de vista el tema es muy sencillo: los Macs pueden ser
herramientas de diseño tan eficaces como cualquier PC (capacidad de
proceso, potencia gráfica, …), el problema que se plantea no es este. El
problema es que los Macs hacen una interpretación diferente a
la que hacen los PCs en conceptos como tipografía o color. Es decir en
Mundo Mac se ven las cosas diferentes (puede que más bonitas), por tanto
la visualización proporcionada por los Macs difiere sustancialmente de
la que tendrán el 95% de los usuarios de una página web desde sus PCs.
Si se nos llena la boca al hablar de “diseño centrado en usuario”,
empecemos por lo más básico…
Las exitosas cifras de ventas de Apple tienen un coste: las lamentables condiciones laborales en las fábricas chinas en las que se producen algunos de los componentes de sus máquinas. Son muchos los estudios realizados
en este sentido y los esfuerzos quien la compañía de Cupertino dice
estar realizado contra esta situación de explotación no parecen ni
convincentes ni eficaces. No al menos para esos trabajadores de las
fábricas de Foxconn (proveedor de Apple) a los que se hace firmar hasta
una cláusula de no suicidio en la empresa.
La filial de Apple en España declaro en el 2010 una de beneficio bruto
de cerca de 400 millones de euros y tendría que haber pagado al fisco
ibérico un importe superior a los 100 millones de euros. Sin embargo,
dado que la filial española sólo ingresa legalmente una comisión por el
1% de las ventas, suficiente para cubrir los gastos de su personal en
España, al final su beneficio antes de impuestos es de solo 5,8 millones
y lo que paga en impuesto sobre sociedades es solo 2 millones.
Resumiendo: Apple dejó de ingresar en el erario público unos 100 millones de euros, ahí es nada.
Greenpeace ofrece un estudio periódico en
el que puntúa a las grandes corporaciones en base a su grado de
compromiso con las políticas medioambientales. Apple directamente ha desaparecido en
las últimas ediciones de estos estudios y la razón es más que
sencilla: la compañía se ha negado a proporcionar a Greenpeace los datos
necesarios para su evaluación. Así, de un plumazo y con la callada por
respuesta, la manzanita se ha pasado al lado oscuro de la ecología
ofreciendo muestras más que significativas de su grado de compromiso con
el medio ambiente.
Con el ipod, el iphone y el ipad Apple revolucionó el mercado y se alzó
en la cima del “coolismo”, pero hay indicios de que esto puede cambiar y
de hecho está cambiando:
en las navidades del 2012 el Samsung Galaxy 2 dio un baño en ventas al
anteriormente intocable iphone en el segmento de smartphones. Era más
estilizado, más ligero. Sencillamente era más “cool”. La última
presentación de Apple decepcionó a propios y extrañospor
su enfoque conservador y continuista, pude que el paso a mejor vida del
omnisciente gurú de la manzanita, Steve Jobs, señale el declive
definitivo del “factor cool” de Apple.
Si
has llegado hasta aquí quizás, antes de comprar alguno de los “mágicos”
productos de Apple deberías preguntarte: ¿Realmente lo necesito una
manzanita entre mis cacharros tecnológicos o puedo vivir perfectamente
sin ella?
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